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miércoles, enero 05, 2011

Controlador aereo vs Político con renta vitalicia


Una vez más y como viene siendo habitual en cualquier familia que se precie, muchos de nosotros hemos recibido como regalo de Navidad en encuentros familiares y similares,ese generoso y desinteresado mensaje que tantos y tantos NO comprometidos recibimos por estas fechas. Que se repite cual eco desde el principio de los tiempos y que viene a decir algo así como; “antes de que se te pase el arroz niña ( que una ya empieza a estar granaica e incluso podriamos decir un tanto chirimoya también), deberías hacer un propósito serio y buscarte un marido de buen ver”. Y alguien que bien me aprecia, supongo, ha tenido a bien aconsejarme que ya puestos lo busque buen partido. Me sugiere elija entre controlador aereo o un buen mozo con cargo público, de esos que han ostentado diversos y consecutivos cargos, cuyas prebendas les son de menester y les vienen heredadas en pensiones vitalicias varias y caidas del cielo como agua de mayo.Que según tengo entendido tienen muy fusionadas con su propia identidad y se niegan a darle justo final. Que ellos son muy suyos y dicen que lo de los españoles pa ellos y lo suyo también.

No obstante, yo a juzgar por la información que muy diligentemente ha ido facilitando el ministerio de fomento y olé, creo que debería optar por un controlador aereo ya que al parecer tienen los sueldos más mejores del mundo mundial, así como los más increíbles privilegios habidos y por haber. Aunque también es bien cierto que recientemente han pasado a formar parte de esa elitista trupe de los enemigos públicos números unos.
No se, ciertamente estoy un tanto confusa al respecto, y ya no solo sobre la acertada elección, sino porque no puedo evitar oler un cierto tufillo en el aire. Que aquí huele a azufre como dice aquel y finalmente una vez más acabaremos recibiendo los mismos, como muestra un botón muy mal vivido en el pasado puente de la purisima y lo peor me temo puede estar por llegar.

Partiendo de un convenio que recoge y admite que un colectivo realice chorrocientas horas extras, las cuales al parecer han venido siendo las responsables de esos exorbitados sueldos y no solo los recoge, si no que los exige y transmuta de hora extra a hora ordinaria, disponibilidad absoluta y currele full time, nada bueno puede comportar.
Hecho por otro lado me temo que no es en absoluto un privilegio de dicho colectivo, lo cierto es que en nuestro pais, la jornada laboral subsiste a base de horas extras convertidas en horas ordinarias, que la crisis ha exponenciado. Dado que tras la ola masiva de despidos, los afortunados que han conservado su puesto de trabajo, aun han visto más exacerbada esa tendencia a alargar la jornada o a cubrir los turnos ahora vacantes con el exiguo personal. La producción en general y su calidad se resiente, y la carga se perpetua sobre el mismo pilar. Me temo ya no es una cuestión de inversión en personal, si no un recorte lacerante en el mayor recurso de cualquier organización, el recurso humano. Una vez más, nos encontramos con un modelo de producción en las antípodas de la optimización de los recursos, somos los primeros de la lista europea en hacer horas extras, donde significativamente los que más han sabido reducir ese computo son los Alemanes, los cuales a su vez han realizado un especial esfuerzo por reducir jornadas en pro de evitar despidos masivos.

El ejemplo del colectivo de controladores aereos resulta más evidente por su tendencia a la gran escala y la grandilocuencia por doquier.Y como no, por la extensión masiva de sus consecuencias, pero la situación se extrapola a lo largo y ancho de todo el país.

Lo innegable, es el lastre de unas inversiones aun pendientes por amortizar, en general y en el caso de nuestros aeropuertos, en particular.Hablamos de una megadeuda de AENA, con 48 aeropuertos de los cuales 33 no tienen trafico, aeropuertos deficitarios, donde se ha primado la inversión en infraestructura pese a la coyuntura de la situación y donde los recortes se inician como en el resto del pais por recortes en recursos humanos. A todo esto, finalmente tendrán razón el colectivo de controladores, pese a haber perdido toda credibilidad con sus acciones, cuando denuncian privatización encubierta de las torres de control.Puesto que las tasas de torre de control suben sin duda para ser más atractiva la inversión privada, y de ello dan buena cuenta las compañías aéreas, que ya empiezan a quejarse y no tardarán en repercutirlo en nuestros pasajes.
En breve no vuela ni el estornino de turno que al parecer está por pasar a mejor vida.

Pdta:Abuelaaaa, no insista, que no me casooo